¿Qué son los radiadores halógenos?

Los radiadores halógenos son soluciones de calefacción que cuentan con una característica fundamental: son móviles y sirven para calentar una estancia específica en un momento determinado. Suelen utilizarse como sistemas de calefacción de apoyo, de uso esporádico.

¿Quieres calentar una estancia de una manera esporádica? La mejor solución es poner un radiador halógeno que, al ser móvil, puede ser utilizado en una zona determinada. Si quiere más información lo adecuado es consultar con instaladores de calefacción, los cuales le indicarán que tipo de caldera es el adecuado, ya que, este tipo de radiadores tiene elementos halógenos en vez de bombillas eléctricas o conductores de gas propano o butano para proporcionar calor.

Son soluciones que emiten un calor muy agradable, parecido a la de los rayos de sol, y entre sus ventajas está la emisión rápida de calor, que además está muy focalizada. No calienta el aire en sí, sino a los cuerpos cercanos, y su uso está recomendado para estancias de menos de 10 metros cuadrados. Su utilización, además, viene muy bien a las personas que padezcan alérgicas, puesto que no les perjudica.

La potencia de estos radiadores halógenos es muy grande, ya que se necesita así para que el calor sea tan dirigido y se adquiera cierta temperatura en un corto espacio de tiempo. Esta solución de calefacción tiene la característica fundamental de que funciona por radiación, así que calienta a las personas que están situadas delante, pero no calienta el aire. Es parecido a lo que hacen los rayos de sol.

Aunque hay modelos que se pueden instalar en exteriores, que cuentan con una protección contra el agua, casi todos ellos están pensados para ser usados en estancias interiores cuyos objetos o personas se quieren calentar rápidamente. Por eso, se recomienda que su uso sea puntual o esporádico.

Calefacción mediante radiadores halógenos

Hay calentadores halógenos oscilantes, que son una excelente opción para distribuir el calor. Otra solución muy demandada en esta categoría de calefactor son los braseros, que calientan debajo de las mesas. En estos modelos es muy importante que, a la hora de adquirirlos, escojamos uno que cumpla con la normativa vigente, y aun así hay que tener mucho cuidado, ya que cogen altas temperaturas.

En general, se recomienda que cuenten con un sistema de seguridad antivuelco consistente en un cierre automático si el dispositivo accidentalmente vuelca, y un reflector protegido a través de una caja que permanece fría al tacto, aunque estos elementos de seguridad los incorporan prácticamente todos los modelos, ya que evitan accidentes.

Por otro lado, a la hora de escoger un modelo u otro también podemos elegirlo en función del tamaño. No es lo mismo comprar un halógeno para un dormitorio que para calentar nuestros pies si estamos trabajando en un escritorio.

Ventajas de los calefactores halógenos

Las ventajas de un calefactor halógeno es su calor inmediato y rápido, lo que permite calentar de forma instantánea, sin pérdidas de calor. Es, pues, una solución muy eficaz.

Otra de sus ventajas es su reducido tamaño, lo que permite que se puedan guardar en cualquier sitio. Son fáciles de instalar y silenciosos, por lo que en ese sentido resultan muy cómodos. Podremos controlar la potencia gracias a un regulador, no necesitaremos de un continuo mantenimiento y estaremos emitiendo un calor limpio y sano, sin humos ni sustancias perjudiciales para la salud. Como no crean suciedad ni remueven el aire, resultan excelentes para las personas alérgicas.

Consejos de mantenimiento

Este tipo de electrodomésticos pequeños suelen fallar por su enchufe. Si se te ha estropeado tu radiador halógeno y no se pone en funcionamiento, lo primero que debes hacer es comprobar si funciona en varias tomas de corriente. Si sospechamos que el problema puede estar en el cable o las clavijas, podemos intentar repararlo nosotros mismos.

Si es la clavija la que está estropeada podemos sustituirla por otra de iguales características. Para ello cortaremos el cable justo a la altura de la clavija y pelaremos el cable en este punto, quitando el aislante que protege los cables más o menos un centímetro.

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Solo tenemos que encontrar dos bornes, donde colocaremos los cables, y los ajustaremos con unos tornillos de sujeción. Por último, unimos las dos caras de nuevo y atornillamos la clavija.

En cambio, si lo que tenemos que reparar es el cable, lo más recomendable es reparar la zona que esté dañada cortándolo a la altura del conector. Pelamos un centímetro del aislante protector, enrollamos todos los hilos sin que quede ninguno suelto y los doblamos e introducimos en el conector para engancharlos a los bornes.

Es muy importante que no queden zonas peladas al descubierto. Una vez que hayamos terminado nos aseguraremos que los cables están bien fijados tirando un poco de ellos.

¿Necesitas un profesional?

Si no sabes por qué ha dejado de funcionar tu radiador halógeno, o sospechas que puede ser el cable o la clavija pero no sabes cómo arreglarlos, no te preocupes y llama a Reparaciones Barcelona.

Tenemos electricistas especializados en el arreglo de todo tipo de electrodomésticos, desde los más grandes, como frigoríficos, lavadores, lavavajillas u hornos, a pequeños electrodomésticos. Sustituimos piezas averiadas o defectuosas y somos una empresa de reparación 24 horas, por lo que nos desplazaremos hasta el punto indicado a la mayor brevedad, en cualquier momento.

Contamos con una experiencia de casi 20 años en el mercado y orientamos nuestros servicios a tu completa satisfacción. Trabajamos con ahínco día tras día para ofrecerte un servicio de la máxima calidad y plenas garantías. Si buscas un resultado cien por cien profesional no lo dudes y llámanos. ¡No te arrepentirás!

Nuestro consejo

Quizá nos estemos preguntando si un radiador halógeno es rentable. Precisamente la rentabilidad es una de sus ventajas, especialmente si tenemos en cuenta la durabilidad de este tipo de aparatos. Es cierto que supone una inversión algo mayor que los paneles radiantes portátiles que utilizan bobinas eléctricas estándares, pero también tiene una mayor durabilidad, por lo que no es necesario reemplazarlo tan a menudo.

Además, los calentadores halógenos requieren de menos electricidad para producir el mismo calor que otros modelos, por lo que también resultan más rentables en la factura de la luz.

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