Para abrir y cerrar puertas, muebles, ventanas, etc hay que recurrir a las bisagras. A la hora de elegir la bisagra más adecuada hay que tener en cuenta aspectos como: las dimensiones de la puerta, el peso que tiene que soportar, los materiales de fabricación de la puerta, el sentido de apertura o la resistencia a la oxidación de las bisagras. Siga este enlace para más información.
La bisagras pueden realizarse en distintos metales: acero, acero galvanizado, acero cadmiado, cobre, latonado, bronce, aluminio…Habrá que escoger en función de la decoración que queramos.
En cuanto a las formas de colocación, pueden ir empotradas, visibles o clavadas. Puede llevar, además, distintos tipos de herrajes de rotación:
● Pernio: Es desmontable. El pernio une una plancha macho y otra hembra, que forman la bisagra. Su elección ha de están en función del sentido de giro de la puerta, lo que se llama “mano” de las bisagras. Se llaman de “mano derecha”, las bisagras que al abrir la puerta empujando están a la derecha, y de “mano izquierda” a las del lado contrario. Los pernios pueden ser de varios tipos: de pala ancha, estrecho o fijo ( roscado o de mueble).
● Bisagras: plana, con rodamientos, de cazoleta, tipopiano
Vamos a explicar ahora cómo colocar una bisagra de una manera sencilla
● Colocar la bisagra sobre la puerta, a la altura que queremos y marcar el contorno con lápiz.
● Señalar este contorno con un gramil.
● Tallar los contornos con un formón en posición vertical.
● Vaciar el emplazamiento de la bisagra para que ésta quede a ras de la madera.
● Fijar con los tornillos adecuados vigilando que las cabezas de los tornillos no sobrepasen la superficie de las planchas.
● Una vez fijadas las bisagras, colocar la puerta
Debes tener en cuenta un consejo, coloca tantas bisagras como sean necesarias, hay puertas más pesadas que necesitan mayor número de bisagras.
Ahora vamos a explicar cómo reemplazar unas bisagras. Hay que tener en cuenta que con el uso, se desgastan y deterioran y hay que sustituirlas, aunque no necesariamente tienen que ser de las mismas dimensiones. Si es así, sigue estos pasos:
● Sacar las bisagras usadas. Tendrás que eliminar la pintura o el barniz de fondo de los tornillos y extraerlos con un destornillador.
● Poner tacos de madera, mojados en cola, en los orificios existentes.
● Igualar la superficie con un formón
● Marcar las nuevas bisagras.
● Hacer con el formón el encastre para las nuevas bisagras y seguir las instrucciones que se hemos dado antes para la colocación.
También podemos colocar pernios de ornamentación, que se usan para la fijación y rotación de puertas y ventanas de un modo decorativo.
● Trazar los ejes de los orificios a practicar con ayuda de las plantillas que se entregan junto con las bisagras, vigilando que la parte que lleva el macho quede instalada en el bastidor y que la fijación sea adecuada al giro a la derecha o izquierda de la ventana.
● Hacer los agujeros con una broca cuyo diámetro sea ligeramente inferior al del vástago
● Asegurar los pernios y montar la hoja batiente sobre el marco.
Hay un tipo de bisagras, las invisibles, que son las que se utilizan en las puertas de muebles, especialmente de cocina. Son bisagras que no se ven desde el exterior, ya que la fijación se encuentra escondida en la parte interior de la puerta. Se mantienen cerradas gracias al resorte que llevan estas bisagras.
Hay que tener en cuenta que también necesitan mantenimiento de bisagras, son sensibles al desgasta y por ello es necesario lubricarlas periódicamente. Basta con una gota de aceite.
Puede ocurrir que la puerta roce en el suelo a causa de la bisagra, en este caso habrá que ver qué ha ocurrido:
● Los tornillos se han aflojado, entonces habrá que apretarlos de nuevo
● La fijación sobre el montante o el batiente es defectuosa, en ese caso habrá que utilizar tornillos un poco más grandes.
● Las arandelas de las bisagras de gozne están gastadas, es necesario cambiarlas.
● El bastidor o el batiente se han desplazado por una fijación defectuosa. Será necesario volver a fijar la pieza de madera.
Si la puerta chirría puede ser porque las bisagras están sucias o les falta lubricante. En ese caso habrá que limpiarlas y engrasarlas. Basta con levantar la puerta 1 ó 2 cm, poner una calza de madera entre la puerta y el suelo y echar el lubricante.
Es muy importante elegir la bisagra adecuada. Hay que tener en cuenta las dimensiones y el peso de la puerta. En las cocinas, por ejemplo, es mejor usar bisagras cazoletas porque son más cómodas y fáciles de instalar. En puertas como las del comedor son mejores los pernios, es decir las bisagras que tienen dos partes, una en el marco y otra en la puerta y se unen por una pieza central.
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Regular bisagras de cazoleta
Las bisagras de cazoleta son las que se usan actualmente, por ejemplo, en los muebles de cocina. Esas bisagras que nunca sabemos muy bien cómo funcionan y que hacen que a veces pasemos horas hasta conseguir regularlas bien.
Pero regularlas no es tan complicado, solo se necesita un destornillador y un poco de paciencia. Lo más importante es conocer para qué sirve cada tornillo. Si no lo sabemos seguramente nos dedicaremos a tocarlos todos para ver su funcionamiento. Puedes ir probando, apretando o aflojando los distintos tornillos, pero debes hacerlo suavemente porque si lo haces de manera brusca puedes desajustar aún más la puerta.
En líneas generales, para subir o bajar la puerta tendremos que tocar los tornillos situados en la vertical de la bisagra. Para mover la puerta hacia dentro o hacia fuera habrá que tocar el tornillo de la parte más alejada de la puerta. Y para desplazar la puerta hacia izquierda o derecha usaremos el tornillo central más cercano a la puerta del armario.